lunes, 28 de marzo de 2016

Ellendor 13 (Obsidiana)

     El carro traqueteaba con parsimonia por el camino empedrado. Era un vehículo sencillo, construido en madera y tirado por sendos caballos marrones que resaltaban en  la nieve que estaba apartada a ambos lados de la calzada. Erika apoyó la cabeza en el cristal empañado por la diferencia de temperatura con el exterior. Su cabeza no hacía más que rebotar en la húmeda superficie pero le traía sin cuidado. Sus ojos miraban sin ver la ciudad que, lentamente, dejaba atrás.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Ellendor 12 (Obsidiana)

     Era una noche sin luna, el cielo completamente cubierto por las nube, no había una sola luz que iluminara el camino de Kimi. Iba completamente a oscuras. Volvía a nevar. Kimi se sacudió el pelo por enésima vez para quitarse los copos que se le acumulaban en el cabello antes de que se derritieran. Era inútil, al minuto volvía a tener el pelo cubierto. Volvió a decir una palabrota en Arcano y a maldecir profundamente a los aprendices de caballero. Repasaba mentalmente el plan de Alysa, y cuanto más lo hacía más le parecía que podía salir muy mal. Para ella.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Ellendor 11 (Obsidiana)


     El sol comenzaba a declinar inundando todo a través de los huecos entre nubes con una cálida luz naranja. Se reflejaba en la nieve depositada en los jardines de la academia como un lecho de joyas relucientes. Un pequeño gato negro correteaba jugando por la nieve. Se paró unos instantes frente a la puerta del gran edificio principal, dudando si entrar, finalmente se dio la vuelta y se fue. En el interior, atravesando los amplios pasillos de piedra y subiendo interminables escaleras que crujían hasta ascender un par de plantas, se encontraban las  aulas, a esas horas ya vacías.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Ellendor 10 (Obsidiana)

   Para compensar que subo poco esta vez subo dos. Y el nombre de Simon es sin tilde, se llama como el Simon de "Tengen Toppa Gurren Lagann". Espero que disfrutéis.

   Los dos jóvenes salieron lentamente del edificio. Cada uno inmerso en sus propios pensamientos, Kimi contemplaba absorta los copos de nieve que se caían a su alrededor. Había vuelto a comenzar la nevada, pero al menos, el viento había amainado.  Liam rompió el silencio con un débil gemido antes de comentar:

   - Realmente la señora Sather aterra cuando se enfada.

    Kimi aún mantuvo la vista en la pared unos instantes antes de mirar al chico, la nieve se confundía con el color de su pelo, y contestar:

    - Los he visto más aterradores. Aunque hemos salido bien parados, tampoco nos han castigado con dureza.
    - ¿No te importa quedarte en navidad?
    - ¿No te importa hacer pareja conmigo en el torneo?
    - Meh, normalmente peleo yo solo, tú solo estate quietecita a un lado y no molestes.
    - Si me hubiera quedado quieta antes ahora estarías en la enfermería.
    - Yo soy mago. Las peleas físicas no me interesan. Y hablando de peleas... ¿Quién es Lucien?
    - Lu... ¿Lucien?- La voz de Kimi temblaba nerviosa.- ¿Qué sabes de él?
    - Antes me llamaste Lucien ¿Quién es él?
    - Ah, esto... Lucien es.- "Era" se corrigió mentalmente.- La persona a la que más quiero.

     Liam se llevo la mano cerrada a la boca mientras sonreía.

    - ¿Tan pequeña y con novio? Esta juventud...
    - ¿¡Novios!? - Kimi se puso tan roja como un tomate, Erial le había explicado que significaba esa palabra.- ¿¡Con Lucien!? ¡Eso es asqueroso!

    Ante la reacción de la chica Liam se rió de tal forma que empezó a quedarse sin aire. Kimi torció la cara en una mueca de asco ante el pensamiento de ser la novia de Lucien. De repente, Liam se calmo y se comenzó a palpar los bolsillos, buscando algo mientras negaba con la cabeza.

    - ¡Nonononono!- Repetía, parecía aterrorizado.- Sather me mata.- Se giró hacia Kimi, que le miraba con curiosidad creciente.- ¡Me he dejado la lista de confirmación! Esto...- Dio media vuelta y gritó mientras volvía a entrar en la academia.- Voy corriendo a buscarla. Vete yendo a comer o Alysa te matará.
     - ¡Qué lo intente!- Respondió Kimi.

    Continuó sola el camino empedrado que se mantenía seco mágicamente. Iba sin prisas, aunque le rugía el estómago, hacía tiempo que había aprendido a ignorar sensaciones como el hambre, la sed o el dolor. Una voz resonó en su cabeza, Erial. No se sorprendió de ello, aunque solía aparecerse para hablar, también estaba acostumbrada a que hablara en su cabeza con libertad. Aunque odiaba que hiciera eso.

     "Liam no es Lucien" Decía.
     "Ya sé que no es Lucien" Contestó Kimi. "Nadie es como él"
     "¿Y por qué lo llamaste Lucien?"
     " No lo sé. Dímelo tú, se supone que deberías entenderme."
     "Podría ser porque son parecidos físicamente"
     "No. Lucien es más apuesto y pálido."

     Lucien en su opinión era, simplemente, genial. Alto, fuerte e inteligente. Con una fría calma fuera cuál fuera la situación, por angustiosa que fuera, Lucien siempre estaba allí. Inexpresivo. Hasta que le hicieron cambiar fue siempre su modelo a seguir. No le parecía justo perder a Lucien justo cuando parecía que se estaba librando del Control Mental del Comandante.

      " Realmente, Lucien y Liam no se parecen ni un ápice" Concluyó la niña.
      " Creo que lo más probable es el sentimiento más simple. Nostalgia. Simplemente le echas de menos y anhelas volver a verle. Por eso tu cerebro confundió a Liam con él. Porque eso es lo que más deseas"

     Con estas palabras Erial rompió la conexión repentinamente. Al principio Kimi lo atribuyó a que quería dejar la conversación, pero luego un sonido la hizo volverse. Un estornudo. Miro a su alrededor hasta que vio el origen. En la verja que rodeaba los terrenos había una pequeña figura agarrada. Kimi atravesó el espacio que los separaba corriendo y se encaramó al muro hasta llegar a la altura de las barras argénteas. Estaban heladas. Era un niño pequeño,no debía tener más de seis años, pálido, pero no de no ver la luz del sol como Kimi, sino porque estaba aterido de frío. Llevaba un abrigo naranja brillante con una capucha que le tapaba el pelo. De un bolsillo sobresalía unos guantes marrones, Kimi supuso que se los había quitado para no resbalar.Destacaban la nariz y los ojos enrojecidos de llorar, aunque ahora solo sollozaba.  A Kimi no le gustaba ver llorar a la gente, la ponía nerviosa. La habían educado así. "Llorar es símbolo de debilidad. Los que tienen el poder para proteger a los que aprecian no tienen motivos para derramar lágrimas. Kimi, si quieres proteger a los que te importan, simplemente hazte más fuerte" Esas palabras se las dijo el Comandante, fue de las pocas veces que le hablo directamente. Decidió hablarle:

     - Hola pequeño ¿Estás bien?

     Enseguida se dio cuenta de la estupidez de su pregunta. Pues claro que no estaba bien. Como respuesta, el niño sorbió sus mocos y asintió.

     - ¿Qué haces aquí arriba?¿No deberías bajar?

     El niño negó con la cabeza y por fin respondió con voz temblorosa:

     - Bu...Busco a alguien llamado...Darkshadow.
     - ¿Por qué?
     - Uno de los chicos mayores me ordenó que lo hiciera. No puedo volver sin entregarle algo.
     - ¿Y por qué les haces caso?
     - ¡Porqué se han llevado a Lim!

     Con estas palabras rompió en lágrimas. Kimi se quedó bloqueada sin saber que hacer. Intento calmarle.

     - Eh eh tranquilo pequeño.- Le exploró la mente mientras hablaba, la experiencia le hacía ser precavida, no mentía.- Esto... Yo soy Darkshadow.
     - ¿En serio?- Abrió mucho los ojos, sorprendido.
     - ¿Acaso no me crees?
     - Yo... Esperaba a alguien más...Aterrador.
     - ¿No resulto aterradora? Vaya, eso es nuevo.
     - No. Pareces buena persona.
     - Las apariencias engañan pequeño. Bueno...¿Qué quieres de mí?

     El niño rebuscó en sus bolsillos y hubiera caído de no ser por que Kimi le agarró a tiempo. Extrajo un sobre arrugado de ellos y se lo entregó.
      - Los chicos me ordenaron que te diera esto.
      - Gracias.

     Kimi lo cogió e hizo ademán de bajar, pero el niño la detuvo:

     - ¡Espera!- Exclamó.- No sé tu nombre.
     - Kimi. Kimi Darkshadow.
     - Simon. Simon Damich.- Sonrió por primera vez.
     - Encantada Simon.-Dijo antes de saltar al suelo. La nieve amortiguó la caída.
     - O...Oye Kimi.- Llamo Simon por última vez.- ¿Podrías recuperar a Lim?
     - Tranquilo pequeño. Déjalo en mis manos.

            **************************************************************

     Decidió ir a comer ya, miró la hora antes de entrar en la residencia. No era tarde. Se preguntaba si Erika estaría esperándola en el comedor o si habría subido. No había nadie en el mostrador de madera de la entrada, pero podía oír voces provenientes del final del pasillo. Recordó que se tenían que juntar las parejas y que probablemente por eso seguiría habiendo gente ahí. La verdad es que no tenía ganas de entrar, pero al final su estómago la empujo a entrar. En cuanto rebasó el umbral todos se callaron como si hubieran visto un fantasma. La escena le resulto vagamente familiar a Kimi. Al fondo de la sala logró distinguir la cabellera azul de Erika y avanzó tranquilamente por entre las mesas hacía ella. Notó que el ambiente era pesado, expectante, que toda la multitud estaba esperando algo. Enseguida vio el motivo al acercarse a la mesa y ver quien se sentaba con Erika. Sin embargo, su cara permaneció inmutable, como siempre. Enfrente de la chica estaba Liam, el cuál en algún momento debía haber adelantado a Kimi, el chico, ajeno por completo a su alrededor, jugaba a lanzarse uvas a la boca. A su izquierda se sentaba Alysa, que concentrada en su plato y ni siquiera levantó la vista cuando Kimi se sentó justo enfrente suya y al lado de Erika. Al otro lado estaban Mike, que parecía algo deprimido, y Val. Kimi estuvo a punto de dejar escapar un suspiro de alivio al ver que alguien, probablemente Erika le había guardado una bandeja con comida. Con el "cálido" recibimiento se había olvidado por completo de coger comida. Comenzó a comer ignorando a Alysa y a la multitud que las miraban, probablemente esperaban que se volvieran a pelear, pero con un rápido cruce de miradas entre sus ojos verdes y los ambarinos de Alysa habían acordado silenciosamente no darles esa satisfacción. Sin embargo, la tensión era tal que Kimi se preguntaba si realmente se podría cortar con un cuchillo.

     - ¿Qué haces? - Preguntó Liam sonriente, dejando ver todo el contenido de su boca llena.

    Kimi se sorprendió a sí misma moviendo distraída el cuchillo arriba y abajo.

     - Quería comprobar a ver si podía cortar el aire con un cuchillo.

    En ese momento Liam y Erika no pudieron contener las risas. De hecho, el chico se atragantó con las uvas y se puso rojo antes de poder volver a respirar de nuevo. Incluso Alysa sonrió por un instante. Cuando Liam dejo de asfixiarse, tosió un rato y explicó después de llenarse la boca otra vez:

     - Es solo una expresión.
     - No hables con la boca llena, es asqueroso.- Respondió Kimi.
     - Tiene razón.- Coincidió Alysa, y luego le dirigió una mirada glacial a Kimi y agregó.- Llegas tarde.
     - Es cierto. No volverá a pasar.
     - Eso espero. Odio a los tardones.
     - Yo también.

     Después de estas palabras se reinstauró el silencio entre las dos chicas. Pero la tensión se rebajó notablemente en la sala y la gente volvió a sus conversaciones normales. Los únicos que no hablaban eran los de la mesa de Kimi. Entonces, ella se dio cuenta de que no tenía postre.

    - Erika ¿Por qué no tengo postre?
   - Solo había pasteles y ¡El azúcar es veneno!
   - ¿Pasteles? ¿Y yo no tengo?

   Kimi parecía horrorizada, realmente amaba el dulce.

    - ¡Hola!¡Hola!¡Hola!

     Allera entro ignorando a la gente, y en concreto a los chicos que se giraban cuando pasaba con su andar de modelo, y sentó al lado de Alysa. Traía a una joven junto a ella que Kimi reconoció como la niña del cuaderno de antes.

     - Lys, Liam, niñadepeloazulalaquenoconozco, Mike, Val y Darkshadow.- Kimi se percató de que era la única a la que no había llamado por su nombre de pila.- Os presento a Melody Heart. Mi aprendiz.

     Señalo con orgullo a la niña de las trenzas. Estaba completamente roja y, aunque antes había mirado fugazmente primero a Liam y luego a Kimi, bajó la vista enseguida cuando Allera la presento y todos la miraron. Mike gimió:

    - ¿No te parece injusto Val? Todos tienen aprendiz menos nosotros.
    - No me molesta.- Contestó Val.
    - ¿¡Eh!? - Mike se levantó y zarandeó a Val.- ¿Cómo puedes permanecer tan indiferente? Si incluso Allera tiene una. ¡Y Alysa también! - Se sentó y comenzó a zarandear a Liam.- ¿Por qué Liam? ¿Por qué Sather ni nos considera para tener aprendices?
    - Porque sois unos inútiles.- Respondió Liam.

     Mike le soltó y se quedó dejó caer en su sitio. Val alzó la vista y miró a Liam.

    - ¡Eso duele!- Exclamó dolido.- Lo mismo Mike es un inútil, pero yo puedo hacerlo bien. Aunque...- Sonrió con malicia.- Tampoco vi tu nombre en la lista.
    - Eso es porque todos os quejabais de mis métodos de enseñanza. Os quejabais  a Sather diciendo que era un bestia y me quitó del programa.
    -¡Y lo eras! - Gritó alguien al fondo.
    - ¡Nadie llego a morir bajo mi cargo! ¿Verdad?- Respondió Liam.- Y hablando de gente retirada, a Alysa también la retiraron. ¿Verdad Lys?

    Preguntó imitando la voz de Allera mientras le daba una palmadita en la espalda a Alysa.

    - Vuelve a hacer eso y perderás tú mano.
    - ¿Qué tenéis todos últimamente conmigo? Primero me quieren lanzar por la ventana y ahora cortarme miembros. Me odiáis admitidlo.- Reflexionó unos segundos y luego continuó.- Bueno, de todas formas escribir es demasiado cansado.- Bostezó.- Oye ¿Os habéis fijado en que Kimi y Alysa comen igual?

     Señaló las bandejas de las susodichas y volvió a lanzarse una uva a la boca. Era cierto. En ambas bandejas los alimentos estaban cortados y colocados de igual forma. Ambas chicas sujetaban los cubiertos de la misma forma. Mismos cortes y movimientos precisos; misma disposición de los pedazos, perfectamente ordenados y alineados. Incluso, sin darse cuenta, comían al mismo ritmo y a la misma velocidad. Incluso a veces masticaban al unísono, perfectamente sincronizadas. Alysa miró a Kimi, frunció el ceño y dijo:

     - No me imites.
     - No te imitó.- Replicó Kimi.
     - Sí lo haces.
     - No lo hago.
     - No comas como yo.
     - Llevo comiendo así desde siempre.
     - Mentira.
     - Verdad.
     - ¡No me copies!- Alysa empezó a elevar la voz.
    - ¡No te copio!
    - Sí lo haces.
    - No lo hago.
    - Sí.
    - No.

     Ambas se habían puesto en pie, gritando, los ojos de ambas lanzaban chispas furiosos ajenas a los murmullos expectantes que ahora llenaban la sala. Todos los alumnos se habían girado hacia ellas, intercambiaban susurros nerviosos sobre lo que podría acontecer. Liam suspiró y se levantó una sonrisa tranquila y cansada decidido a intervenir:

    - Señoritas, no me gusta interrumpir tan animada conversación, pero, ¿Habéis pensado siquiera que si os peleáis iréis directas al despacho de Sather?

    Un escalofrío recorrió la espalda de Kimi y Alysa haciéndolas temblar de pies a cabeza. Bajaron la cabeza para ocultar sus ojos asustados.

    - Es cierto.- Convino Alysa.
    - Sí.- Asintió Kimi.- Oye, tú no me caes bien, y yo a ti tampoco...
    - Pero.- Interrumpió Alysa.-  Nadie quiere ver a Sather enfadada, y a lo mejor si hacemos ver que nos llevamos bien esto dura poco, así que lo mejor para nosotras será...
    - Una tregua.
    - Sí. Una tregua.

    Alysa le ofreció su mano a Kimi para que la estrechase, lo cuál hizo enseguida. Era curioso el contraste entre ambas, el roce entre sus pieles, negra como el ébano una, la otra pálida como mármol. Sus diferentes presencias, una alta e imponente y la otra bajita y prácticamente insignificante. Ojos ambarinos y esmeraldas. Sin embargo, también se parecían entre sí. Aunque no lo quisieran admitir por supuesto. Lo más profundo de sus intensas miradas reflejaban un pasado difícil, atormentado por la pérdida de seres amados.

    - Y arreglado este asunto.- Empezó Liam sonriendo y apuntando algo en su hoja.
    - Sabía que tenías intereses ocultos con todo esto.- Comentó Kimi mientras se volvía a sentar.- ¿Qué es eso?
    - Un encargo para Sather, tengo que verificar que todos os reunís y nadie se mete en líos.

    En ese punto tuvo un acceso de tos en el que se podían oír falsamente disimulados los nombres de las dos chicas. Cuando se repuso continuó.

    - Bien. Solo una pareja más y acabo. Tú.- Señalo a Erika.- ¿Quién es tú pareja?
    - Esto...- Erika se ruborizó.- Enric McCourt.
    - ¡Oh Enric!- Exclamó al instante Val con voz aguda.
    - Cásate conmigo.- Dijo Mike intentando poner voz femenina mientras parpadeaba moviendo las pestañas.
    - Sí.- Liam asintió ignorando por completo a los otros dos chicos.- Le conozco. Es buena persona.
    - ¡No es solo buena persona Liam!- Repuso Val fingiendo estar dolido.
    - ¿Acaso quieres que su club de fans te aniquile?- Dijo Mike.- Es el mago más guapo de esta academia y según las encuestas de popularidad es el primero en la "lista de magos con los que saldría". Y creo que también esta en el top ten de la misma lista en la revista "Mago Adolescente". Varias veces entrevistado, muchas misiones cumplidas con éxito. Es alto, guapo, inteligente y blah blah blah.
    -Yo también he sido entrevistado, solo que por motivos más geniales que solo ser adorado por las chicas. Y he cumplido muchas misiones, me dejo la piel por está academia. - Replicó Liam.- Es guapo, eso lo admito.Pero no llega a mi nivel.- Dijo revolviéndose el pelo blanco con chulería.
    - Tú no tienes un club de fans.
    - Porque los hombres realmente geniales no necesitamos un séquito de niñas tontas adorándonos.
    - Pero nadie querría salir conmigo.
    - ¡Mentira!- Comenzó a girarse y a preguntar una tras otra a las chicas.- ¿Allera?
    - ¿Y arriesgarme a perder fans? Ni hablar.
    - ¿Alysa? Sé que en el fondo te caigo bien...
    - Ni de broma.
    - ¿Melody?
    - Yo... Esto...- La chica enrojeció aún más y se escondió tras sus mangas con un "Kyaaah"
    - ¿Erika?- El tono de voz de Liam empezaba a ser más desesperado.
    - Enric es más guapo que tú.
    - ¿Kimi? Sé que me amas en lo más profundo de tú corazón.

    Kimi le miró glacialmente y respondió:
 
    - Apenas tengo diez años. ¡Aléjate de mí enfermo pervertido!
    - Eso ha dolido... Pensé que te gustaba...- Se lamentó mientras se levantaba.- Pues dado que no se me quiere en esta mesa, mejor iré a llevarle esto a Sather. Me habéis roto el corazón. Hasta luego.

    Liam se fue mientras aún conservaba algún rastro de dignidad, le vieron atravesar el mar de mesas y chocarse con un chico. Cruzaron un par de palabras y Liam señaló la mesa que acababa de abandonar, después de esto, desapareció como un fantasma a través del pasillo. Miraron al chico mientras se acercaba y tomaba asiento enfrente de Erika, donde momentos antes ocupaba el sitio el chico peliblanco. Si una palabra describía a aquel joven era perfecto. Se podía notar que era un alumno avanzado en el elemento del Agua desde lejos. Era alto y esbelto como un junco. Era increíblemente apuesto, con un rostro hermoso como el mar en calma. El pelo castaño liso perfectamente peinado pero con un resultado natural. Bajo unas gafas, que solo mejoraban aún más si cabía su aspecto, se escondían unos ojos azul verdosos profundos como el océano. Cuando sonrió al grupo, con dientes blancos como la nieve, fue como si les hubiera atrapado la resaca de una ola. Llevaba la túnica morada de Ellendor con cierto talento natural, la vestía mejor que nadie. Unas cuantas chicas se giraron según caminaba hacia ellos y les miraron con envidia cuando se sentó. Mike no pudo reprimir una disimulada arcada a la que todos, menos Erika que estaba ensimismada con Enric, Melody que no levantaba la vista y Allera que tenía una expresión que mezclaba exasperación absoluta y horror, respondieron con unas risitas más o menos disimuladas

     - Hola, soy Enric McCourt.- Se presentó.- Liam me ha dicho que viniera, tú debes ser Erika Collinwood.- Sonrió.- Espero que nos llevemos bien.

    Erika estaba completamente azorada. Con dificultad levantó la vista y logró balbucear muy bajito:

    - Va...vale.

     Llegados a este punto Mike, que estaba completamente rojo y tapándose la boca para no reírse, no pudo más y se tuvo que levantar y salir corriendo entre carcajadas. Eso fue suficiente para hacerles estallar en risas, hasta Melody esbozo una sonrisa nerviosa. Incluso Alysa y Kimi se miraron sonrientes por un fugaz momento antes e desviar la vista.

     - Entonces... ¿Quedamos a las cinco?- Preguntó el chico.
     - S...Sí, claro. Por mi bien.- Respondió la peliazul.
     - Bien, pues hasta luego entonces.

    Dicho esto se levantó y se fue, algo confuso por las risitas que se les escapaban a todos. Una vez le vieron desaparecer, no pudieron contenerse más y rompieron en carcajadas. A Val se le empaparon los ojos del ataque de histeria colectiva. Cuando Allera logró calmarse y recuperar la compostura, sacudió su melena rubia y dijo, aún sonriendo:

     - Estar a solas con el mismísimo Enric McCourt, una oportunidad por la que muchas chicas matarían. ¿No crees Lys?
     - No es mi caso. Oye Darkshadow ¿A las cinco te parece bien también a ti?
     - Vale.
     - No llegues tarde.
     - No lo haré.


     Más tarde, Kimi le contó a Erika el motivo de su tardanza, bueno, eso era un decir, Erika parecía en una nube y apenas reaccionó cuando le habló sobre la pelea. La chica parecía en una nube, distraída y alegre. Se estuvo probando ropa durante lo que a Kimi le pareció una eternidad mientras hablaba de Enric, de todo lo que había hecho y sobre sus logros, de lo guapo que era y lo inteligente que parecía. La chica castaña no le prestaba atención, aunque no parecía importarle en su estado de ensimismamiento. Leía el artículo sobre Enric en la revista "Mago Adolescente" y solo asentía y decía "aja" de vez en cuando. A medida que avanzaba el tiempo se iba poniendo más y más nerviosa, hasta el punto de que Kimi casi la tuvo que sacar a rastras de la habitación.